lunes, 4 de enero de 2010

La mitad de las veces es el coche.

O más de la mitad. Hablo de los cabreos que un ser humano en este mundo civilizado sufre periódicamente. Y cuando no es directamente, lo es de rebote. La historia es simple y un poco tostón:

Un día me levanto tarde, mierda, salgo pitando y llego al coche. Hay un policía poniéndome una multa porque estoy en un carga y descarga de esos de 8:30 a 18:00. Si me hubiese levantado a mi hora no habría habido problema. Hablo con el policía que está terminando de dar los retoques a la receta que me deja, y me dice que lo siente pero que eso es lo que hay. 120 euros pa la saca, con reducción del tantos % si pago antes de tantos días. Le pregunto si tengo que esperar a que me llegue la multa a casa, me dice que si (es mi primera multa, de verdad).

Me resigno, ha sido culpa mía. Como siempre nos pasa a los que intentamos respetar las normas de circulación, espero que sean igual de severos e inflexibles con los fitipaldis y chulescos de turno, con sus Audis y sus BMWs, pero en el fondo se que esos tienen amigos que les quitan las multas. Vaya forma de empezar el día.

Seis meses después

Nunca me llegó la notificación, y casi había olvidado el tema de la multa hasta hoy. Miro el sobre y me sorprendo, pone algo así como incumplimiento del deber de identificación del conductor presuntamente responsable. Toma ya, conductor ausente y falta grave. Me pregunto que fue entonces la conversación que tuve con el policía. Y lo mejor está por llegar: el importe a cambiado a 240 euros por arte de birle y birloque. Las formas de pago y el plazo están claramente marcados; no así la forma de reclamar o al menos de informarse de lo que ha pasado.

De un párrafo excesivo escrito en letra tamaño hormiga, entre artículo tal punto cual, órgano competente y ley juanito barra pepito la información para el ciudadano es a grosso modo CERO PELOTERO. Lo único que pone clarito clarito es que si no estás conforme lo primero que hacen es quitarte las posibles reducciones. Ahí es na.

Así que esta es la película de hoy ¿Reclamo que no valdrá para nada y encima voy a tener que pagar más? ¿Me jodo y cedo al abuso perpetrado por los organismos competentes? (que nombre más poco apropiados) ¿Salgo a la calle a prender fuego a los coches y a los contenedores?

Ale, ya pasó, nene. Toma el chupete de la TDT y cállate de una puta vez.

2 comentarios:

  1. Menuda faena! yo hace unos dos años pasé por algo parecido.Aparqué la furgoneta de la empresa que me había dejado el jefe y fuí tan melón que djé el coche todo el día en zona azul sin recordar que no era fstivo en el centro,después de unos días me llegó una carta amenaza y tuve que mandar una carta con el nombre del infractor (un servidor,claro).Lo curioso del caso es que nunca me ha llegado,aunque ahora después de leer esto,estoy acojonado,jeje.De todos modos como se ceban 240 euros,que cabrones.Lo triste del caso es que si sales a la calle y quemas unos cuántos contenedores igual te ponen la mitad de multa que aparcando en zona azul,'que tié narices la cosa'.
    En fin que me ha gustado mucho tú blog.Te voy a linkear y así entro a curiosear de cuando en cuando.Ah! te he dejado un comentario en el post que me comentabas de los discos y la isla desierta.

    ResponderEliminar
  2. Pues si, una buena puñeta. Y lo peor es la sensación de indefensión que se te queda. Pero corramos un tupido velo. (Chupete, chupete...)

    Me alegro de que te haya gustado el blog, yo también enlazo el tuyo que ya sigo desde hace meses.

    Y para los lectores interesados en la música, no dejeis de visitar el blog de txarls, Music is my girlfriend, a mi me ha servido para descubrir muchos grupos y discos interesantes.

    ResponderEliminar