miércoles, 20 de agosto de 2008

La “adquisición” versus la “posesión”

La “adquisición” versus la “posesión”: reflexión sobre la felicidad que producen los bienes materiales (el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra).

La adquisición de un bien es algo temporal, pero es lo que realmente nos produce placer. La posesión de ese bien, aunque puede ser eterna, en breve desencadena en la frustración de comprobar cómo progresivamente se desvanece ese placer, que sólo recuperaremos con una  nueva adquisición.

Basta que pienses en el día que te regalaron tu primera bici. Es mejor tener que no tener, evidentemente, pero ojo con lo que estás dispuesto a pagar por ello. Si son los bienes materiales lo que te hacen feliz, cuánto más lenta sea tu progresión, mayores oportunidades tendrás de adquirir cosas, y mayor expectativa tendrás de alcanzar tu objetivo. Es decir, si los pasos son pequeños, tendrás más posibilidades de dar muchos que si son grandes. Porque es dar el paso lo que en definitiva nos produce placer.

Sobre como influye el esfuerzo dedicado a ello ya hablaremos otro día. Sin embargo, de espiritualidad y meditación, no os hablo, primero porque no estoy preparado (para hablar de comprar cosas lo está todo el mundo), y segundo, porque hacerlo desde este lado del planeta, sería como si os hablara de cómo comportarnos cuando vivamos en Marte.

P.D: y si vas a tomar drogas, cuidadito, que si te pasas, cada vez necesitarás dosis mayores de sustancias más fuertes, que te llevarán a un deterioro irreversible. No olvides que es la ingesta lo que te produce placer, y no tener el cuerpo intoxicado permanentemente.

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